Los artistas valoran la acuarela por sus propiedades de secado rápido y la capacidad de crear una variedad de tonos ajustando la cantidad de agua. Al trabajar capa tras capa, un artista puede crear intensidad y profundidad de color, aunque cada capa individual permanezca relativamente transparente. Esta técnica requiere cierto grado de habilidad y control, ya que la naturaleza fluida de la pintura de acuarela significa que puede ser difícil de corregir si se cometen errores.
Las acuarelas se han utilizado a lo largo de la historia, desde finas obras caligráficas hasta pinturas de paisajes y retratos, y todavía son populares entre los artistas de hoy por su portabilidad y la belleza única que pueden crear. La pintura con acuarela ofrece una inmediatez y una sensación de espontaneidad que puede ser difícil de lograr con técnicas de pintura más opacas, y su trabajo terminado puede irradiar una sensación de frescura y vitalidad que es profundamente atractiva.